Este necesario impulso, a través del diálogo social por el empleo, la protección social y la economía productiva, debe ser complementado con la negociación colectiva.
Los sindicatos más representativos hemos consensuado e impulsado criterios unitarios para la negociación colectiva en el objetivo de facilitar los procesos de negociación y reforzar y mejorar su articulación interna. Evitar que los trabajadores y trabajadoras sean los que paguen una crisis que no han provocado, combatir la precariedad de las condiciones de trabajo y empleo y evitar su utilización oportunista, constituyen los ejes y objetivos sindicales básicos para la negociación de los convenios colectivos de este año.
Ambos sindicatos consideramos que la negociación colectiva es el instrumento real y efectivo para mejorar las condiciones de trabajo y salario a la vez que avanzar en derechos, impulsando el conocimiento y la utilización de los reconocidos por nuestra legislación, junto a la generación y ampliación de derechos personales y sindicales, en el objetivo de lograr una mayor participación en el desarrollo de un modelo de calidad y competitividad de cara al futuro.
Por el mantenimiento y mejora del poder adquisitivo
En línea con los criterios y recomendaciones de la Confederación Europea de Sindicatos defendemos:
• Una negociación salarial que garantice la mejora moderada de los salarios y del
poder adquisitivo real. Este objetivo resulta posible dentro de los criterios pactados en los sucesivos Acuerdos Interconfederales para la Negociación Colectiva (ANC), tomando como primera referencia para el aumento salarial el objetivo oficial del 2% establecido por el Gobierno, en línea con la política monetaria del Banco Central Europeo, y teniendo en cuenta, además, los aumentos de productividad y el establecimiento de cláusulas de garantía como salvaguarda frente a posibles desvíos del IPC.
• Debemos actuar para erradicar los salarios más bajos, especialmente los más alejados del salario medio nacional, ya que son una expresión de la precariedad laboral y de la injusticia social, y van en contra de un modelo de competitividad y
eficiencia. Para ello, debemos actuar de forma sostenida en el tiempo para aumentar los salarios inferiores, creando o mejorando un salario mínimo garantizado en la negociación colectiva.
Por la Igualdad y no discriminación
El principio de igualdad y no discriminación sigue siendo vulnerado en el acceso al empleo y en las diversas condiciones de trabajo, causando graves perjuicios a las personas que son objeto de discriminación en razón de su sexo, edad, etnia,
procedencia, discapacidad o por cualquier otra causa, por lo que debemos avanzar
en su eliminación, garantizando el derecho a la igualdad de todas las personas.
Así, continúa siendo un objetivo sindical prioritario la eliminación de las diferencias retributivas entre mujeres y hombres, para lo que hay que promover las adecuaciones necesarias en la clasificación profesional, la asignación y valoración de funciones y tareas, las retribuciones, pluses, complementos salariales y sociales. Para ello, seguiremos impulsando la adopción de medidas y planes de igualdad en los convenios y acuerdos colectivos.
Por la salud y seguridad en el trabajo
La precariedad laboral, la subcontratación abusiva y la realización de largas jornadas de trabajo son algunos de los elementos que de forma específica contribuyen al mantenimiento de altas tasas de siniestralidad y otros riesgos laborales, mostrando la realidad sociolaboral en nuestro país. El reforzamiento de los derechos de representación e información, el establecimiento de organismos estables para la coordinación en materia de evaluación y prevención de riesgos laborales entre las empresas contratadas y subcontratadas y de éstas con la empresa principal y la elaboración de planes de evaluación y valoración de riesgos laborales específicos del sector de que se trate, son elementos prioritarios para la acción sindical.
Por la mejora de la protección social, el sostenimiento de la actividad económica y la transformación del modelo productivo a través de las políticas públicas y de
la inversión
El diálogo social es la apuesta de CCOO y UGT, pero no queremos un proceso de
diálogo social devaluado. Reivindicamos el impulso de las políticas activas de empleo, la mejora de la protección por desempleo, y la protección de los derechos de los trabajadores y trabajadoras en los expedientes de regulación de empleo y ante los despidos.
Proponemos una nueva estructura productiva basada en la calidad de la educación y la formación profesional, el impulso de la I+D+i para la mejora de la productividad y la competitividad, la potenciación del sector industrial, la reducción de la dependencia exterior de la energía y la promoción de la política medioambiental como factor de progreso, la promoción de programas de vivienda pública y estímulo al alquiler, la priorización del gasto público en infraestructuras y servicios sociales y el fortalecimiento de los Servicios Públicos.
UGT y CCOO llamamos a los trabajadores y trabajadoras y a la sociedad en general a movilizarse con sus organizaciones sindicales en defensa de estos objetivos el 1º de mayo, junto con millones de personas que también lo harán en todo el mundo, en muchos casos sin libertad o bajo la represión, por el empleo decente, por una salida a la crisis favorable a las personas, por un nuevo orden económico mundial, por los valores de paz, libertad y justicia social, por la defensa de los derechos humanos y por la extensión de los derechos sociales y sindicales a nivel mundial.
¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!