El Heraldo del Henares
Roberto Mangas - 03-08-09 01:06 -
Privatizar lo público
Servicios no esenciales
El pleno del Ayuntamiento de Azuqueca ha acordado, por unanimidad, ceder la gestión de la piscina cubierta municipal (amén de las clases del polideportivo cubierto de la calle Ana María Matute) a una empresa privada. Según los cálculos más optimistas del equipo de Gobierno azudense, esta medida permitirá ahorrar a las arcas municipales una media de 400.000 euros al año. Además, la empresa privada adjudicataria deberá realizar una serie de obras que mejorarán y ampliarán las instalaciones. Es decir, si la gestión está en manos públicas, además de perder dinero no se mejoran las infraestructuras. Entonces, una de dos, o los gestores públicos hasta ahora puestos al frente de la piscina cubierta eran muy malos (¿se les puede exigir que devuelvan al erario municipal los 400.000 euros de pérdidas que nos vamos a ahorrar con una buena gestión –privada- a partir de ahora?), o debemos terminar reconociendo que aquellos servicios no imprescindibles y esenciales (y una piscina cubierta no lo es) están mejor en manos de una empresa privada. Sé que al equipo de Gobierno de PSOE-IU del Ayuntamiento azudense le escuece que le recuerden que siendo de izquierdas cada vez tienen más servicios privatizados, mientras sus colegas de Guadalajara ponen el grito en el cielo por asuntos similares ejecutados por la “bestia ultraliberal” del PP (gestión privada del agua). Sectarismo puro y duro: ancho para mí, estrecho para los demás. Pero, ¿qué es adjudicar la gestión por veintitantos años de un servicio público a una empresa privada sino una privatización pura y dura? ¿Qué otra cosa es que no sea privatizar un servicio público, como la atención a los ancianos, lo que hace la Junta de Castilla La Mancha con residencias como La Alameda…? El socialismo del siglo XXI vive inmerso en grandes contradicciones. Vive de lo público pero arrienda al sector privado aquellos servicios que es incapaz de gestionar bien y sin pérdidas. Luego, adorna con circunloquios como “expediente de contratación para la gestión de dichos servicios mediante procedimiento abierto en régimen de concesión” lo que no es otra cosa que la privatización, sin más, del servicio. Y luego, gente como Victorio Calles o José Luis Escudero, se enfadan si les recuerdas que siendo de izquierdas han apoyado la privatización de un servicio público no esencial. Pero hombre, por favor, si deberían estar contentos. En el fondo les estamos felicitando por tomar la decisión más inteligente posible. Porque, dejando a un lado los servicios esenciales que una Administración Pública ha de gestionar, siempre, como son la Educación, la Sanidad y la Justicia, el resto, todos ellos, sin excepción, deben ser valorados en su justa medida, y aquellos que supongan una carga excesiva para el contribuyente y que en manos de la empresa privada funcionen mejor y cuesten menos dinero, la solución está clara; privatizarlos. Sin subterfugios, sin medias verdades, sin sectarismos. El ciudadano lo que quiere es que el servicio funcione y funcione bien. Y al mejor precio posible. Y perder 400.000 euros al año en una piscina cubierta no es sinónimo de buena gestión, por muy pública que fuera. No espero dimisiones, pero sería interesante que alguien explicara por qué en manos públicas se perdía ese dinero cada año y en manos privadas no.