EL PRESIDENTE BARREDA SE REÚNE CON EL PRESIDENTE DE REPSOL PARA HABLAR DEL FUTURO DE PUERTOLLANO

Barreda anunció el pasado viernes en su blog que el día anterior mantuvo una conversación telefónica con Brufau y quedaron en verse el próximo martes tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno.
El presidente regional dice que sabe las dificultades del momento y los vaivenes del mercado de la química y el petróleo y que en dicha reunión tratarán de las cuestiones que afectan a la situación laboral de los trabajadores.
Barreda ha afirmado que, sobre todo, quiere hablar de futuro y ver y analizar cuáles son los proyectos que se plantean en inversión y cuáles son las previsiones para garantizar el desarrollo en los próximos años del complejo petroquímico en la ciudad de Puertollano y, por tanto, "cómo queda una parte importante del mapa industrial de la región.
Espera que de esa reunión se consigan "noticias positivas" que alivien las preocupaciones de los vecinos de la ciudad pero, sobre todo, de aquellos que ven peligrar su puesto de trabajo", y asegura que, desde luego, no escatimará esfuerzo.
José María Barreda explica en su blog que desde el primer momento del conflicto laboral en la planta de Puertollano ha estado pendiente del desarrollo de la situación.
Fue la semana pasada cuando la dirección de la empresa planteó el cierre de las plantas de estireno y glicoles, que producen materia prima para derivados plásticos, y el cierre temporal de la planta de craker.
Barreda ha señalado que, como cada vez que se menciona un expediente de regulación de empleo en esta región, desde el Gobierno se marcan un objetivo: que afecte al menor número de trabajadores porque no quieren que nadie más pierda su empleo y porque hay que seguir manteniendo el tejido industrial en Castilla-La Mancha.
En este momento, continúa el presidente regional, a nadie se le escapa la importancia de este caso, ya que no concierne exclusivamente al empleo y a la actividad económica del Grupo Repsol en la ciudad minera, sino que afecta también, de manera directa, a otras empresas y a otros trabajadores cuya dedicación consiste en la prestación de servicios en las distintas plantas.
Por ello, afirma que es plenamente consciente de que "éste es un asunto que supera los límites de Repsol, ya que sus consecuencias repercutirán en muchas personas, de diferentes empresas, con diferentes tareas. Afectará a toda una zona, en uno de los núcleos industriales más importantes de Castilla-La Mancha como es Puertollano y su comarca". EFE